Soy sacerdote colombiano en la misión, en Kenya. He recibido un favor del Señor por intercesión de Luminosa y quiero darles el testimonio. Mi familia me escribió diciéndome que mi prima A., de 12 años, tenía un cáncer y que para buscar su salud habría que cortarle la pierna. El tumor, según los exámenes, comprometía su rodilla, y el consejo de los médicos era amputar.
Me puse a pedirle a Luminosa, sabía que su proceso de beatificación empezaba y además la conocía ya de años atrás. Le pedí y le pedí. Y Dios nos escuchó. Cuando los médicos operaron a A. encontraron que la situación era distinta a la que aparece en las radiografías y exámenes. Para ellos y especialmente para nosotros se trata de un milagro. A. está todavía en tratamiento, pero los médicos dicen que su organismo está respondiendo muy bien y que pronto todo peligro quedará atrás.